Iglesias europeas impulsan la nueva Charta Oecumenica por la paz
Deborah Lubov - Ciudad del Vaticano
El Comité Conjunto del Consejo de Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) y la Conferencia de Iglesias Europeas (CEC) se reunió en Roma, del 4 al 6 de noviembre de 2025, para la firma el miércoles de la Charta Œcumenica actualizada en la Iglesia del Martirio de San Pablo, en la Abadía de las Tres Fuentes, al sur de Roma. Este gesto reafirmó el compromiso común de las Iglesias europeas con la unidad, el diálogo y la cooperación.
A la mañana siguiente, el Papa León XIV recibió al Comité en una audiencia especial.
Charta Œcumenica
Firmada en 2001 por los presidentes del CCEE y la CEC, la Charta Oecumenica ha sido un hito de la cooperación ecuménica europea durante más de dos décadas. La versión revisada pretende abordar los retos contemporáneos y reflejar las realidades cambiantes de la sociedad europea y el cristianismo.
El proceso de revisión del texto, que comenzó en 2022, fue dirigido por un grupo de trabajo conjunto del CCEE y la CEC, mientras que se tuvieron muy en cuenta las contribuciones de las Iglesias y organizaciones ecuménicas de toda Europa para garantizar que el texto actualizado se ajustara a las necesidades ecuménicas actuales. El esfuerzo colaborativo tenía como finalidad elaborar un documento que promoviera la unidad, la paz y la acción conjunta entre las Iglesias de Europa.
El arzobispo Gintaras Grušas, presidente del CCEE y arzobispo de Vilna, y el presidente de la CEC, el arzobispo ortodoxo griego Nikitas de Thyateira y Gran Bretaña, fueron los firmantes de la versión actualizada y hablaron con Vatican News tras su encuentro con el Santo Padre.
Testimonio conjunto del cristianismo
El arzobispo Grušas reflexionó sobre la importancia de presentar la Charta actualizada al papa León y calificó el tiempo que pasaron juntos como "una bendición".
"No es una nota teológica, sino una declaración conjunta", aclaró, "sobre cómo nosotros, como cristianos, tanto católicos como el resto de cristianos de Europa, vemos nuestro testimonio común del cristianismo, que proviene de escuchar la Palabra de Dios y de nuestro bautismo, que todos compartimos, pero también para abordar los problemas de la Europa actual".
El presidente del CCEE explicó que era necesario actualizar el documento debido a "los cambios que ha experimentado Europa en los últimos 25 años", "ya sea por las cuestiones migratorias, por los cambios que exigen la protección de la Creación, por la necesidad de prestar atención a la protección de la Creación, o por los cambios en las tecnologías y la inteligencia artificial, que también deben abordarse desde una perspectiva cristiana".
Precisó que el escrito también aborda la situación de los jóvenes, destacando "el creciente testimonio de jóvenes que regresan a la Iglesia en varios países de Europa". "Así que hay nuevos desafíos", afirmó el arzobispo Grušas, "pero también grandes perspectivas y oportunidades".
Ser testigos del Evangelio, especialmente en medio de la guerra y el sufrimiento
Observó que la firma de ese volumen reafirma su objetivo de "asumir el reto de continuar la evangelización y el testimonio en la Europa actual, en un lugar donde mucho comenzó", citando el martirio de San Pablo, quien "con el derramamiento de su sangre llevó el Evangelio a Europa".
"Continuamos", insistió, "con ese deseo de seguir dando testimonio del Evangelio".
Una de las secciones del texto, explicó el arzobispo Grušas, se centra en la migración y en la acogida al migrante, al extranjero.
En este contexto, recordó el gran número de migrantes provocados por la guerra en Ucrania, incluyendo tanto a los desplazados internos como a los emigrantes.
"Las Iglesias, dijo, han hecho un gran trabajo ayudando a todas estas personas". En este sentido, el arzobispo recordó cómo el Papa León les animó a proseguir con estos "actos y obras de misericordia", que son "un gran testimonio de nuestra fe cristiana".
"El Santo Padre realmente nos animó a seguir", explicó el presidente del CCEE. "Citó las dificultades a las que a veces nos enfrentamos en el camino ecuménico y mencionó que nuestro camino sinodal era ecuménico y que el ecumenismo es sinodal". "Y lo sentimos así", reflexionó, "porque realmente fue un trabajo conjunto de escuchar y responder a donde nos impulsaba el Espíritu".
"Los muros de separación se han derrumbado"
Por su parte, el arzobispo Nikitas también se refirió a la presentación de la Carta al Papa junto con el arzobispo Grušas.
"Fue un honor, un privilegio y una bendición", acotó, "poder transmitir al Papa, en este momento histórico y en este momento concreto, un mensaje de esperanza, demostrando que podemos trabajar juntos y que podemos lograr cosas".
"Esto demuestra", se maravilló el presidente de la Conferencia de Iglesias Europeas, "que hemos superado las diferencias del pasado".
"Esos muros de separación se han derrumbado", precis, y añadió: "Ahora trabajamos juntos. Hablamos el mismo idioma, el idioma de Cristo, el idioma del amor". El arzobispo ortodoxo griego compartió que también saludó al Papa como compatriota estadounidense, que solía vivir en Chicago, y le dijo que se verían durante el próximo viaje apostólico del Santo Padre a Turquía.
El arzobispo Nikitas, al igual que el arzobispo Grušas, reiteró el importante papel de los cristianos que trabajan juntos por la paz en el mundo fracturado de hoy.
Propuesta para gastar menos en armas y más en ayudar a la humanidad
Al preguntarse cómo pueden los cristianos hacer del mundo un lugar mejor, el presidente de la CEC propuso: "Quizás deberíamos plantearnos gastar más, no en armas nucleares y otras cosas, sino en encontrar soluciones para curar las enfermedades y los problemas que afectan a la humanidad".
"Fíjense en lo que ha ocurrido recientemente en Jamaica. Lo que está ocurriendo en Filipinas... Fíjense en Tierra Santa, Palestina, Gaza. La gente está sufriendo", continuó, insistiendo en que "estamos llamados a dar respuestas a sus retos y problemas".
El arzobispo ortodoxo griego destacó cómo el "contundente mensaje" del Papa León sobre la promoción de la paz resonó entre los allí reunidos.
"Necesitamos que la gente, especialmente el Santo Padre, alce la voz", afirmó el arzobispo Nikitas, añadiendo: "Cuando el Santo Padre habla, el mundo escucha, y eso es fundamental".
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