Los presidentes de las Conferencias Episcopales de Polonia y Alemania. (BP KEP) Los presidentes de las Conferencias Episcopales de Polonia y Alemania. (BP KEP)

Polonia y Alemania, la fuerza de la reconciliación: declaración de los obispos

En Breslavia, se ha conmemorado el 60º aniversario del mensaje por la reconciliación enviado por los Episcopados polacos y alemanes. El histórico documento fue celebrado, en presencia del nuncio apostólico en Polonia, por los presidentes de las dos Conferencias Episcopales, quienes emitieron una declaración conjunta: "De la memoria compartida puede nacer la fuerza de la reconciliación y el coraje de construir un futuro más pacífico en Europa".

Tomasz Zielenkiewicz y Wojciech Rogacin – Ciudad del Vaticano

"Perdonamos y pedimos perdón, una petición sincera y llena de esperanza que no solo pertenece a la historia pasada, sino que nos orienta todavía hoy y debe ser nuestro programa para el futuro". Esto es lo que se lee en la declaración conjunta firmada por los presidentes de las Conferencias Episcopales de Polonia y Alemania, titulada El coraje de las manos extendidas. La declaración fue publicada con motivo del 60º aniversario del intercambio de cartas entre obispos polacos y alemanes sobre el tema de la reconciliación después de la Segunda Guerra Mundial.

Visita a la muestra dedicada al intercambio de cartas entre los obispos alemanes y polacos.
Visita a la muestra dedicada al intercambio de cartas entre los obispos alemanes y polacos.

Las celebraciones para conmemorar ese gesto de reconciliación entre las Iglesias de los dos países concluyeron hoy, miércoles 19 de noviembre, en Breslavia. En presencia del nuncio apostólico Guido Antonio Filipazzi, los presidentes de las dos Conferencias Episcopales, el arzobispo Tadeusz Wojda y el obispo Georg Bätzing, firmaron el documento conjunto. "De la memoria compartida puede nacer la fuerza de la reconciliación y el coraje de construir un futuro más pacífico en Europa", establece el texto.

Un gesto valiente

En 1965, los obispos polacos enviaron un mensaje a los obispos alemanes. El documento fue escrito por el entonces arzobispo de Breslavia, Bolesław Kominek. Refiriéndose a las heridas aún abiertas de la Segunda Guerra Mundial, la carta contenía las siguientes palabras: "Con este espíritu muy cristiano, pero también muy humano, les tendemos las manos a ustedes, sentados aquí en los bancos del Concilio que llega a su fin, perdonamos y pedimos perdón". En respuesta, los obispos alemanes escribieron: "Con respeto fraterno, nos damos la mano. Que el Dios de la paz, por intercesión de la Reina de la Paz, nunca más permita que el mal espíritu del odio divida nuestras manos".

Breslavia: conmemoración del histórico intercambio de cartas entre los obispos alemanes y polacos.
Breslavia: conmemoración del histórico intercambio de cartas entre los obispos alemanes y polacos.

Reconciliación después de la Segunda Guerra Mundial

Fue un acto de reconciliación sin precedentes para estas dos naciones desgarradas por el conflicto mundial. Como sostienen en un comunicado el arzobispo Tadeusz Wojda y el obispo Georg Bätzing, el intercambio de cartas mostró claramente a todos que la Iglesia en Polonia y la Iglesia en Alemania no se guiaban por la lógica política del enfrentamiento entre bloques, sino por el deseo de emprender conjuntamente un camino de transformación que, después de un largo y doloroso proceso, condujo a la reconciliación entre polacos y alemanes.

"Nos encontramos 60 años después del intercambio de estas cartas y, desde esta perspectiva, sabemos cuánto moldearon la posterior Europa unida y cómo influyeron en su forma actual. Podemos ver que el mensaje de los obispos polacos fue en cierto modo previsor y adelantado a su tiempo", afirmó el arzobispo metropolitano de Breslavia, Józef Kupny, anfitrión de las celebraciones del aniversario.

El contexto del Concilio Vaticano II

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal Polaca, Wojda, recordó que la carta de los obispos polacos surgió en el contexto del Concilio Vaticano II. "El significado espiritual de las palabras 'perdonamos y pedimos perdón' tenía toda la profundidad de la espiritualidad cristiana. Tocó la verdad sobre el pecado, que hiere las relaciones interpersonales e internacionales", subrayó. E hizo notar que el mensaje fue como un bálsamo "para las heridas aún vivas de la guerra en la memoria de ambas naciones heridas con imágenes de crímenes, destrucciones, deportaciones, campos de concentración".

"La Iglesia de ambas naciones tuvo el coraje de hablar el lenguaje del Evangelio, no el de la política. Tuvo el coraje de señalar que la reconciliación es posible porque Dios es más grande que nuestros miedos, y el Espíritu Santo atraviesa fronteras y muros", enfatizó el prelado.

Misa de los obispos alemanes y polacos.
Misa de los obispos alemanes y polacos.

Una Europa común

El obispo Bätzing, en cambio, remarcó que Polonia y Alemania se necesitan mutuamente. A su juicio, esto es necesario para la construcción de una Europa "que sea garante de la seguridad y la paz, de la libertad y la justicia social para todos nosotros".

"En los últimos cuatro años, Polonia y Alemania han estado cerca la una de la otra, apoyando a los ucranianos en la lucha por la defensa, brindando asistencia humanitaria y fortaleciendo la estabilidad del continente. La Iglesia en Polonia y la Iglesia en Alemania también son igualmente necesarias. Cuando hablan al unísono, son capaces de aportar una dimensión ética a los debates, que se basa en el Evangelio. La eficacia de nuestros esfuerzos también depende de nuestra cooperación y de la unidad de nuestro testimonio", observó el prelado alemán.

Monseñor Bätzing calificó el mensaje de hace 60 años como una "iniciativa valiente" que, añadió, "debería ser una inspiración vivificante para nosotros en el camino para profundizar la coexistencia de nuestras naciones y de todo nuestro continente".

No abrir nuevas heridas

En la declaración conjunta de los presidentes de los dos Episcopados emitida en el 60.º aniversario del mensaje, leemos que, a pesar de los muchos logros en el camino de la reconciliación germano-polaca, los errores históricos todavía influyen en el presente y algunos políticos todavía buscan utilizar cuestiones dolorosas e históricamente no resueltas para fines políticos. "Nos queda claro que los juegos políticos basados en errores históricos son contrarios al espíritu de reconciliación que se expresó en el intercambio de cartas", escribieron Wojda y Bätzing. Reconocen que todavía existen tensiones entre las dos sociedades que deben superarse.

"Las cuestiones relativas a ajustar cuentas con un pasado marcado por la violencia y al reconocimiento de la culpa deberían, sin embargo, discutirse de tal manera que promuevan el crecimiento de la reconciliación y no conduzcan a la repetición de desgarros de las heridas. No se trata principalmente de tener razón, sino más bien de comprender al prójimo y acercarse a las heridas infligidas a los demás con empatía", escribieron los presidentes de los Episcopados polaco y alemán.

El ejemplo polaco-alemán para Europa

En la declaración conjunta reconocen que hoy alemanes y polacos tienen una responsabilidad conjunta por Europa y el mundo. El recuerdo del paso trascendental que fue el intercambio de cartas y la reconciliación polaco-alemana, nos ayuda a fortalecer nuestra confianza en el futuro. "La solidaridad, la compasión, la perseverancia y la disponibilidad para repensar la propia perspectiva a la luz del Evangelio pueden seguir siendo una guía importante para nosotros hoy", escribieron ambos prelados.

"Debemos resistir la tentación de seguir nuestro camino nacional y de desviarnos de una política de cooperación basada en los principios vigentes en la arena internacional. La idea europea de crear un espacio común de derecho y paz sigue siendo crucial".

Juntos por Ucrania

Aún en el documento, mirando el contexto de la guerra llevada a cabo por Rusia contra Ucrania, los obispos subrayan que "Europa debe estar unida contra la violencia. Es necesaria una solidaridad práctica con las víctimas de la agresión y la compasión por todas las víctimas de la guerra". Agregan que ya se ha hecho mucho por Ucrania, en gran medida también por parte de Polonia y Alemania. "Sin embargo, ahora que hay signos de cansancio en todas partes, ninguno de nosotros, ni los estados individuales ni la sociedad, puede renunciar a brindar apoyo".

El programa para el futuro: perdonamos y pedimos perdón

Ambos aseguraron que las Iglesias en Polonia y Alemania trabajarán juntas en el futuro para romper y superar las hostilidades en Europa. Por eso, en 2007, las Conferencias Episcopales de ambos países apoyaron la creación de la Fundación Maximilian Kolbe, una plataforma dedicada precisamente a este compromiso. "Perdonamos y pedimos perdón", se lee en la declaración, "esta petición sincera y llena de esperanza no pertenece al pasado. Nos orienta también hoy y debe ser nuestro programa también en el futuro".

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19 noviembre 2025, 15:50