Estados Unidos. Los obispos invitan a líderes y ciudadanos a respetar la dignidad humana

Guglielmo Gallone - Ciudad del Vaticano

“Como católicos, creemos que cada persona es amada por Dios y creada a su imagen. Cada hijo de Dios tiene valor y dignidad”. Con estas palabras, el presidente del subcomité de los obispos estadounidenses para la justicia racial y la reconciliación, monseñor Daniel Elias García, obispo de Austin, invitó a los líderes públicos y a los ciudadanos estadounidenses a rechazar “el lenguaje denigrante y deshumanizador” contra comunidades enteras porque “un lenguaje que denigra a una persona o a una comunidad por su origen étnico o su país de origen es incompatible con esta verdad”.

El ataque del presidente Trump contra los migrantes somalíes

El llamamiento de los obispos estadounidenses se produce después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificara a los inmigrantes somalíes de “basura” y describiera a Minnesota como un “infierno” a causa de su presencia. Las declaraciones del presidente se producen en un momento de gran tensión en Minnesota, donde las autoridades federales han preparado una operación de control dirigida a los somalíes indocumentados.

Según las estimaciones, serían solo unos cientos de personas, respecto a una comunidad somalí de más de 84.000 residentes en el área de Minneapolis-St. Paul. La escalada verbal coincidió además con la difusión, por parte de los medios de comunicación conservadores estadounidenses, de una supuesta conexión entre fondos públicos sustraídos fraudulentamente y la organización extremista al-Shabab. Las investigaciones en curso han vuelto a centrar la atención en un amplio sistema de irregularidades en los programas sociales de Minnesota, un estado históricamente administrado por los demócratas. El procurador federal Joe Thompson, encargado de la investigación, estima que el total de los fraudes podría alcanzar los mil millones de dólares. Sin embargo, las autoridades federales no han dado ninguna confirmación.

Ante este clima, los obispos estadounidenses han invitado a todos al diálogo y a la cautela porque, como concluyó el obispo Daniel E. García, “el Cuerpo de Cristo es hermoso en su diversidad, y cada una de sus partes, aunque diferentes, son preciosas y necesarias. Rezo para que juntos podamos ser personas acogedoras, respetuosas y comprensivas”.