Obispos de Chile al presidente electo: Gobernar en pos del bien común
Alvaro Vargas Martino - Ciudad del Vaticano
Tras conocerse los resultados de las elecciones presidenciales, los obispos del Comité Permanente de la Conferencia Episcopal de Chile enviaron una carta de saludo al Presidente electo, José Antonio Kast Rist, en la que recuerdan que conducir los destinos de una nación implica la colaboración de sus ciudadanos y un diálogo amplio para la reconstrucción de vínculos, y expresan su preocupación por la dignidad humana, especialmente de los migrantes, ofreciendo la colaboración de la Iglesia Católica en el país en todo lo que favorezca la justicia, la fraternidad y la paz social.
Analizando el contexto actual, los prelados observan que el país atraviesa un periodo de “dolores acumulados” y desconfianza en las instituciones, y destacan la “fortaleza, dignidad y resiliencia” del pueblo para reconstruir sus vínculos, manifestando la esperanza de avanzar hacia un Chile más fraterno donde “la fuerza de la razón prevalezca siempre sobre la razón de la fuerza”, informa la Oficina de Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Chile, subrayando que el episcopado enfatizó que la conducción del país requiere de la colaboración de todos los actores sociales.
En este sentido, los obispos animan al futuro mandatario a promover un “ambiente de diálogo, encuentro y respeto”, elementos imprescindibles para reconstruir la confianza social que deben basarse en la convicción de la dignidad inalienable de toda persona, y aseguran su contribución al bien común desde la misión que el Evangelio les confía.
“Como pastores de la Iglesia Católica que peregrina en Chile - escriben -, reafirmamos nuestra vocación de contribuir al bien común desde la misión que el Evangelio nos confía. Queremos seguir siendo testigos de esperanza, cercanos especialmente a quienes viven pobreza, exclusión o sufrimiento. Nos preocupa la creciente denigración de migrantes y personas vulneradas, y reiteramos nuestro compromiso por la vida, la dignidad humana y la protección de los más débiles, recordando las palabras del Papa León XIV en su exhortación apostólica Dilexi te: ‘en el rostro herido de los pobres encontramos impreso el sufrimiento de los inocentes’”.
Los prelados concluyen la misiva asegurando sus oraciones y ofreciendo el aporte de la acción pastoral de la Iglesia, renovando su “disposición a colaborar en todo aquello que favorezca la justicia, la fraternidad y la paz social”, y encomiendan el servicio del nuevo presidente, a su familia y a toda la nación a la protección de la Virgen del Carmen, para que acompañe el “camino de unidad y diálogo” que el país necesita.
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