El arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU El arzobispo Gabriele Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU 

Abandonemos la "lógica ilusoria" de la carrera armamentista

El arzobispo Caccia, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas, denuncia el aumento del gasto militar mundial, que el año pasado alcanzó la inaceptable cifra de 2,7 billones de dólares: "El espíritu de la diplomacia y el multilateralismo, tan cuidadosamente elaborado para proteger a la humanidad del flagelo de la guerra, se ve cada vez más oscurecido"

Vatican News

Es imperativo abandonar la "lógica ilusoria" de la carrera armamentista y la disuasión nuclear y, en su lugar, adoptar la vía del diálogo y el desarme. El Observador Permanente de la Santa Sede, el arzobispo Gabriele Caccia, reiteró su llamamiento al fin de la "carrera armamentista" durante su intervención de ayer en el debate general de la Primera Comisión de la 80º sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Redescubriendo el multilateralismo

El prelado observó que, 80 años después de la devastación de Hiroshima y Nagasaki y la fundación de la ONU, "el espíritu de la diplomacia y el multilateralismo, tan cuidadosamente forjado para proteger a la humanidad del flagelo de la guerra, se ve cada vez más oscurecido por el peligroso regreso de la fuerza y ​​el miedo como vías para resolver las controversias".

Citando las palabras del Papa León XIV en la reunión de agencias de ayuda para las Iglesias Orientales el pasado junio, el arzobispo Caccia pregunta:

“¿Cómo podemos seguir traicionando el deseo de paz de los pueblos del mundo con propaganda sobre la acumulación de armas, como si la supremacía militar fuera a resolver los problemas en lugar de alimentar aún más odio y deseo de venganza?”

El dinero gastado en armas, que en 2024 alcanzó la “inaceptable” cifra de 2,7 billones de dólares, podría usarse para construir nuevas escuelas y hospitales en lugar de destruirlos.

El peligroso vínculo entre las armas y la IA

Caccia también expresó su preocupación por la nueva carrera armamentística, marcada por la integración de la Inteligencia Artificial (IA) en sistemas militares con un enorme potencial destructivo, e insta a los Estados con arsenales nucleares a respetar sus obligaciones en virtud del Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), en particular de cara a la próxima Conferencia de Revisión.

Además, la aplicación de la IA a las armas convencionales plantea un grave desafío que debe aumentar la conciencia ética de toda la comunidad internacional, ya que estas armas operan sin control humano y, por lo tanto, trascienden todos los límites legales, de seguridad, humanitarios y, sobre todo, éticos.

Es necesario un cambio de perspectiva

Trágicamente, innumerables personas inocentes siguen sufriendo las devastadoras consecuencias de las armas explosivas, que se utilizan cada vez más de forma indiscriminada en zonas pobladas, así como la amenaza de las minas terrestres que siguen mutilando y matando mucho después de que los conflictos hayan terminado, continúa el arzobispo, denunciando también el tráfico ilícito de armas pequeñas.

"Lo que se necesita – concluyó Caccia – es un cambio fundamental de perspectiva: abandonar la dependencia de las armas para construir la paz a través del diálogo, basado en un enfoque centrado en el ser humano, firmemente arraigado en la dignidad y el pleno respeto de los derechos humanos, y comprometido con el desarrollo humano integral".

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18 octubre 2025, 14:20