La CEA convocó a 97 obispos de todo el país para la Plenaria, a 45 obispos eméritos y como es habitual, Nuncio Apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, acompañó los trabajos. (Foto: Conferencia Episcopal Argentina) La CEA convocó a 97 obispos de todo el país para la Plenaria, a 45 obispos eméritos y como es habitual, Nuncio Apostólico, monseñor Miroslaw Adamczyk, acompañó los trabajos. (Foto: Conferencia Episcopal Argentina)

Obispos argentinos: Pidamos el don de la esperanza

En la conclusión de la 124ª Asamblea Plenaria, los prelados de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) llaman a sostenerse en la alegría profunda y duradera que nace del encuentro del Señor y "nos libera de la desesperanza y del desaliento, evitando transformarnos en profetas de calamidades que sólo desparraman pánico y angustia".

Vatican News

"Son tiempos complejos, por momentos contradictorios, en los que conviven una esperanza y paciencia honda de nuestro pueblo, que habla de su grandeza de corazón, con una incertidumbre y una creciente vulnerabilidad de las personas". Así describen el contexto de su país los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) en la declaración final "En tiempos difíciles, amar a los demás y alegrar sus vidas", publicada tras la 124ª Asamblea Plenaria. En el encuentro, que tuvo lugar del lunes 15 al viernes 19 de abril, los Prelados reflexionaron, entre otros temas, sobre la realidad del narcotráfico y sobre los nuevos lenguajes culturales y las dinámicas de comunicación propias del tiempo actual.

En su comunicado, los Pastores mencionan las situaciones que atentan contra la dignidad infinita de la persona humana, como por ejemplo, los abuelos a quienes se les presenta "el drama de elegir entre comer o comprar los medicamentos porque la jubilación no alcanza", el cierre de los comedores comunitarios por falta de asistencia o los ataques a la vida inocente que no ha nacido.


"Asistimos a la discontinuidad de políticas públicas de integración de barrios populares -aseveran-, logradas con el consenso de gobiernos de distintos signos políticos y representantes legislativos; también familias despojadas de su tierra natal en beneficio de intereses económicos; hermanos que pierden su trabajo, que sienten que su vida está de sobra, y que no pueden poner el hombro en la construcción de la Patria".

Los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) siguen los trabajos de la 124 Asamblea Plenaria.
Los obispos de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) siguen los trabajos de la 124 Asamblea Plenaria.

Los Prelados citan a San Alberto Hurtado, quien decía "que en tiempos difíciles no nos tenemos que cansar de amar a los demás y de alegrar sus vidas".

Respecto al amor, reivindican que "nuestros gestos son el modo de demostrarle a nuestro pueblo que entendemos su dolor. Advertir sus heridas y vivirlas en proximidad y cercanía, tomar partido por los más frágiles, defender su dignidad, implicarnos personalmente en sus gozos y esperanzas, en sus sufrimientos y problemas".

"Darnos la mano, no soltarnos, unirnos más que nunca, porque como decía el Papa Francisco en el mensaje para la Jornada Mundial de los pobres del 2020: Tender la mano hace descubrir, en primer lugar, a quien lo hace, que dentro de nosotros existe la capacidad de realizar gestos que dan sentido a la vida. ¡Cuántas manos tendidas se ven cada día! ¡Cuánto bien que cotidianamente se realiza en el silencio y con gran generosidad, fruto de la bondad de los santos “de la puerta de al lado”, de aquellos que viven cerca de nosotros y son un reflejo de la presencia de Dios".

Según el Episcopado argentino, "también es hora de alegrar las vidas de tantos hermanos que la están pasando muy mal".

Los Obispos enfatizan que "en el actual contexto económico y social argentino es fundamental sostenernos en esa alegría, una alegría profunda y duradera, la que nace del encuentro con el Señor. Es una alegría que nos libera de la desesperanza y del desaliento, evitando transformarnos en profetas de calamidades que sólo desparraman pánico y angustia". Están convencidos de que "el amor con gestos concretos y la alegría son el anuncio más explícito del Evangelio en una sociedad que parece vivir en el constante enfrentamiento, donde priman el individualismo y una libertad sin amor".

En la carta, los líderes eclesiásticos invitan a pedir "el don de la esperanza que nos sostiene en tiempos difíciles y a la vez nos anima hacia adelante sin bajar los brazos, tomados de la mano de los más vulnerables con los que vamos haciendo camino para, entre todos, construir la Patria de fraternidad que anhelamos y por la que tantos dieron su vida". También invocan a María, "que sigue al pie de las cruces de tantos hermanos", para que "nos conceda la fortaleza, la solidaridad, el compromiso y la alegría que necesitamos para seguir esperando contra toda esperanza".

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22 abril 2024, 13:13