Obispos de Costa Rica llaman a una política al servicio del bien común
Sebastián Sansón Ferrari - Ciudad del Vaticano
“Por una política al servicio del bien común y de la esperanza”. Con estas palabras, los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica presentan su mensaje al inicio de la campaña electoral 2025-2026, que se abre oficialmente el 1 de octubre. En él recuerdan que el proceso democrático llevará a los costarricenses a elegir a quienes ejercerán la presidencia y vicepresidencia de la República, así como a quienes representarán al pueblo en la Asamblea Legislativa. Ante esta coyuntura, la Iglesia ofrece una palabra esperanzadora que acompañe el discernimiento ético y espiritual de la ciudadanía.
Democracia: herencia y desafío
Los Pastores subrayan que el sistema democrático costarricense es una conquista histórica: “Nuestro país cuenta con la democracia más antigua de América Latina y el Caribe”. En este sentido, evocan a San Juan Pablo II, quien afirmó que la democracia se aprecia en la medida en que asegura la participación de los ciudadanos y garantiza la posibilidad de elegir y controlar a los gobernantes, o bien de sustituirlos pacíficamente cuando corresponda.
Para el Episcopado, una auténtica democracia “no es sólo el resultado de un respeto formal de las reglas, sino el fruto de la aceptación convencida de los valores que inspiran los procedimientos democráticos”: la dignidad de la persona humana, el respeto de los derechos y la búsqueda del bien común como criterio regulador de la vida política.
El documento también señala fortalezas como el sufragio, la libertad de expresión y la división de poderes. Sin embargo, advierte sobre “los signos evidentes de deterioro institucional”: irrespeto, insulto y manipulación en el discurso político, desavenencias entre los supremos poderes, polarización social, auge del narcotráfico, crisis educativa prolongada, debilitamiento de la seguridad alimentaria y problemas graves en la seguridad social. “En este contexto sociopolítico, se percibe una erosión constante en la credibilidad de las instituciones estatales, marcada por su incapacidad para resolver problemas estructurales que impactan directamente a la ciudadanía”, afirman.
Reivindicar la política
Inspirados en la encíclica Fratelli tutti del Papa Francisco, los prelados recuerdan que “para muchos la política hoy es una mala palabra”, pero insisten en que es indispensable reivindicarla como vocación ética y servicio al bien común. Por eso llaman a partidos y candidatos a centrar la campaña en ideas y planes viables que respondan a las necesidades de la población, especialmente de los más empobrecidos y excluidos. También exhortan a alcanzar acuerdos interpartidarios en áreas clave como seguridad, educación y salud.
Ciudadanía y medios responsables
La Conferencia Episcopal anima a los costarricenses a ejercer un voto informado, consciente y libre de presiones, y a mantener una participación activa más allá del acto electoral, colaborando con las autoridades electas en todo lo positivo. A los medios de comunicación les piden contribuir al discernimiento ciudadano con veracidad, contexto ético y narrativas que promuevan el diálogo social.
El mensaje concluye con un llamado a la “esperanza activa”, entendida no como espera pasiva ni optimismo ingenuo, sino como compromiso de transformar la realidad desde la ética y la solidaridad. Los obispos confían el proceso electoral a la intercesión de Nuestra Señora de los Ángeles y desean que Costa Rica avance “por sendas de justicia, verdad, paz y solidaridad”.
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