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Christian community protest against violence

Pakistán, asesinado un católico. Paul Bhatti: víctima de una nación que necesita reformas

Dolor y consternación por el asesinato, hace unos días, de un hombre de 42 años abatido a tiros mientras peregrinaba por la archidiócesis de Lahore. Paul Jacob Bhatti, presidente de la asociación Misión Shahbaz Bhatti, dedicada a su hermano asesinado en 2011 y ahora venerado como siervo de Dios por la Iglesia católica: «La población crece de forma descontrolada, faltan reformas sociales serias y válidas, sobre todo desde el punto de vista educativo, y proliferan las sectas religiosas».

Federico Piana - Ciudad del Vaticano

«Fue asesinado por unos jóvenes extremistas que, nada más ver el crucifijo que llevaba al cuello, le dispararon con un rifle. También hirieron a un primo suyo, menor de edad». El corazón de Paul Jacob Bhatti llora amargamente por Afzal Masih, el fiel católico de 42 años asesinado durante una peregrinación al santuario nacional de la Beata Virgen María en Mariamabad, pueblo cristiano de la archidiócesis de Lahore, en Pakistán.

Aumento de la violencia

Él, presidente de la asociación Misión Shahbaz Bhatti, dedicada a su hermano Shahbaz, ministro federal pakistaní de Minorías Religiosas y Armonía Nacional asesinado en 2011 y ahora venerado como siervo de Dios por la Iglesia católica, lamentablemente habrá visto decenas de escenas como esta. «Fue el pasado 7 de septiembre —explica Bhatti— cuando se produjo el asesinato, cometido por alguien que cree firmemente que matar a los cristianos es algo bueno».

Sectas religiosas 

Hoy en día, Pakistán está creciendo de manera descontrolada desde el punto de vista demográfico y carece de reformas sociales serias y válidas, sobre todo en el ámbito educativo. Todo esto, según Bhatti, provoca el auge del extremismo, que no solo afecta a los cristianos: «Hay muchas doctrinas, se han desarrollado muchas sectas, por ejemplo, también entre los musulmanes, que llegan a enfrentarse entre sí. Y el adoctrinamiento es realmente fuerte».

Indoctrinamiento peligroso

«Muchos niños pobres —añade Bhatti— son llevados a algunas escuelas no oficiales de las sectas y allí, con la excusa de darles de comer y beber, son prácticamente adoctrinados». El actual Gobierno, al igual que los anteriores, es consciente de esta dinámica tan peligrosa, pero su compromiso para combatirla resulta insuficiente debido no solo a la inestabilidad política, sino también a la económica.

Cambios necesarios

Bhatti recuerda también que gran parte de los esfuerzos del Gobierno se centran en la recuperación de las profundas heridas causadas por las recientes inundaciones en la región del Punyab: «Por lo tanto, no se dispone de los recursos humanos y económicos necesarios para poner en práctica las reformas, incluida una formación cívica y social útil para el respeto humano y la libertad religiosa».

Reacción inmediata

Tras el asesinato de Afzal Masih, el Gobierno pakistaní ha reaccionado poniendo en práctica medidas que, según Bhatti, «solo darán sus frutos dentro de algún tiempo. Pero el objetivo sigue siendo un Pakistán en el que todos puedan vivir sin problemas».

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16 septiembre 2025, 12:09