Devoción y fe en la 51ª Peregrinación Juvenil a la Basílica de Luján
Yamile López - Ciudad del Vaticano
Una gran asistencia de peregrinos se registró el fin de semana en desarrollo de la 51ª. Peregrinación Juvenil a pie al Santuario de Luján, en Buenos Aires (Argentina), una cita anual que ya es tradición en este país y que este año se desarrolló bajo el lema “Madre danos amor para caminar con esperanza”.
La Eucaristía fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, y fue concelebrada por más de una decena de obispos y sacerdotes, en un templo totalmente colmado de fieles. “Nuestros corazones son atraídos por su amor de Madre, por eso caminamos; ella nos anima en la esperanza. Con una Madre así, y a pesar de tantas cruces pesadas que carga nuestro pueblo, seguimos caminando; no aflojamos y nos comprometemos a no abandonar los sueños de construir un país más justo y más fraterno”, dijo el arzobispo en su homilía.
Es de recordar que estas peregrinaciones se cumplen de manera ininterrumpida desde el año 1975, cuando inició como una caminata espontánea de un grupo de jóvenes hasta convertirse con el paso del tiempo en una de las manifestaciones populares más fuertes del pueblo argentino, que convoca aproximadamente de uno a dos millones de fieles.
Durante su homilía, García Cuerva destacó la fe del pueblo en la Virgen de Luján y afirmó: “La Madre de Argentina nos impulsa a continuar el camino. Pero nos pide que lo hagamos unidos, que podamos también mirarnos entre nosotros con misericordia y que estemos cerca de los que la están pasando mal. Porque como hijos de María, nos queremos parecer a Ella”.
Así mismo, pidió ofrecer oraciones por los abuelos, los adolescentes jóvenes atrapados en los vicios como la droga y el alcohol y por la gente más vulnerable, entre ellos los pobres, los niños, los discapacitados y aquellos que no tienen trabajo, “Caminamos por nuestros sueños e ideales; caminamos por nuestra Patria”, dijo.
Finalmente, exhortó a no olvidar que en ese Año Jubilar: “Caminar con esperanza es no aflojar, es confiar en los que van a nuestro lado. Es no dejarnos ganar por el desaliento y la tristeza. Es seguir adelante, aunque por momentos el egoísmo, la violencia y la injusticia parezcan imponerse”.
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