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La inauguración del congreso en Tesalónica La inauguración del congreso en Tesalónica 

Tesalónica, las Iglesias ortodoxas y el desafío tecnológico

La fe y la ciencia en el centro del segundo congreso internacional por el 100º aniversario de la revista “Theologia”, inaugurado anteayer en Tesalónica por el patriarca ecuménico Bartolomé. Ante los micrófonos de los medios vaticanos intervinieron el primado de la Iglesia ortodoxa autocéfala de Albania, Juan, y el primado de la Iglesia ortodoxa de Chipre, Georgios III

Beatrice Guarrera – Tesalónica

“La Iglesia ortodoxa y su teología seguirán interesándose por los desarrollos científicos, por la cultura y las civilizaciones, por los acontecimientos sociales y las condiciones históricas en las que se desarrolla la vida de los fieles. Las tensiones que inevitablemente existen entre la identidad cristiana y la vida contemporánea deben servir como una oportunidad de encuentro creativo, resaltando la actualidad del Evangelio cristiano”.

Así lo afirmó anteayer, lunes 29 de septiembre, el patriarca ecuménico Bartolomé, durante la ceremonia de apertura oficial del segundo congreso internacional por el 100º aniversario de la revista “Theologia”, que se celebra en Tesalónica hasta este miércoles 1 de octubre.

El evento reúne a delegados de las Iglesias autocéfalas y a expertos internacionales que abordan el tema: “Teología ortodoxa y ontología de la tecnología: consecuencias antropológicas, políticas, económicas, sociales y culturales”.

El lunes por la tarde, la espléndida iglesia de San Demetrio en Tesalónica vibró con cantos sagrados interpretados por el coro “Giuseppe Studita, arzobispo de Tesalónica”, mientras esperaba acoger a la delegación para la ceremonia de apertura.

Al evento asistieron también el presidente de Grecia, Konstantinos Tasoulas; el arzobispo de Atenas y de toda Grecia, Jerónimo II; y otros primados de las Iglesias ortodoxas de Bulgaria, Chipre y Albania.

Fe y ciencia como colaboradoras

"Nos complace especialmente el encuentro entre la teología ortodoxa y la tecnología", continuó Bartolomé. "En este encuentro, la fe y la ciencia no participan como adversarias, sino como colaboradoras y socias al servicio de la humanidad". La visión de un choque inevitable entre la fe y la ciencia, de hecho, "surge de una incomprensión de la esencia y el propósito de estas dos grandes fuerzas espirituales, a saber, la fe y la ciencia".

En su diálogo, continuó, "también se revela la verdad de que la persona humana siempre es más de lo que la ciencia puede comprender, que el enfoque del hombre como creación divina, a imagen y semejanza de Dios, otorga a su existencia el máximo valor posible, mientras que la negación de lo Trascendente conduce a una disminución gradual del respeto por el hombre".

Los trabajos Actas de la conferencia en Tesalónica
Los trabajos Actas de la conferencia en Tesalónica

El hombre y la tecnología

"Ningún intelecto – afirmó el Patriarca Ecuménico – puede cuestionar plenamente los beneficios de la ciencia y la tecnología. Sin embargo, también es innegable que la ciencia no puede ofrecer respuestas y soluciones a los grandes problemas existenciales y sociales que afligen a la humanidad".

Por lo tanto, es importante comprender la diferencia entre ambas, sabiendo que "la civilización tecnológica es un intento dinámico de la humanidad por responder a la pregunta central: ¿qué es el hombre? Y en el futuro, la búsqueda de nuevas respuestas a esta pregunta continuará". Ninguna civilización, concluyó Bartolomé, "ofrece una solución definitiva al enigma humano; ninguna civilización crea un paraíso terrenal para el hombre".

Con esta convicción, la conferencia comenzó hoy en la Facultad de Teología de la Universidad Aristóteles de Tesalónica. La Iglesia, la ciencia, la política y la tecnología fueron los temas centrales de la primera sesión de la mañana, que dio lugar a un animado debate.

Entre los ponentes también se encontraban el Metropolitano Daniel de Sofía, Patriarca de la Iglesia Ortodoxa Búlgara, y el Primado Jorge III de la Iglesia Ortodoxa de Chipre.

Se abordaron muchas preguntas: ¿Puede la tecnología reemplazar la oración? ¿Se ve disminuida la dimensión sacramental de una liturgia si se transmite en línea? ¿Cuál es la ontología de las redes sociales y cuáles son las posibilidades de proclamar el Evangelio a través de ellas?

La mirada sabia de la Iglesia

"La Iglesia debe tener una mirada sabia para ver el bien de la tecnología y advertir a la gente de sus peligros", explicó el Primado Joan, de la Iglesia Ortodoxa Autocéfala de Albania, a los medios del Vaticano. "El problema no es la tecnología, sino cómo la usamos".

La pregunta que cabe plantearse, según el Primado de Albania, es si "podemos controlarla y si puede ser beneficiosa para nosotros, no solo para obtener ganancias, sino también para nuestra vida espiritual". Además, conscientes de que todo ser humano debe considerar siempre las necesidades del alma tan importantes como las del cuerpo.

"Debemos santificar nuestra forma de abordar la tecnología, para que beneficie a la humanidad y no sea una amenaza para ella", añade Joan. En estos tiempos, la Iglesia Ortodoxa Albanesa puede contar con una fuerte participación juvenil, añade. En una época en la que las personas buscan sentido, más que nunca, la Iglesia debe responder a sus preguntas. Esperándolas, brindándoles amor, comprensión y recordando siempre que no somos un tribunal. Somos un hospital, y no debemos juzgarlas, sino ayudarlas.

Lo que une al mundo es la fe en Dios

En una época en la que la relación con el progreso tecnológico representa un desafío común, ¿puede la tecnología unir a las Iglesias y a los pueblos? Jorge III, Primado de la Iglesia Ortodoxa de Chipre, respondió a esta pregunta en una entrevista con los medios del Vaticano: “La Iglesia y el mundo usan la tecnología, pero lo que une a las personas es su fe en Dios y el uso de esta tecnología como medio para llegar a los demás. Dado que la tecnología es neutral, puede usarse positivamente, pero también de forma destructiva. Dependiendo de nuestra humanidad y nuestra actitud, podemos usarla en nuestro beneficio”.

Por lo tanto, lo que debemos cultivar como cristianos es nuestra relación con Dios, de la cual fluye nuestra relación con el mundo. En este sentido, la Iglesia de Chipre, que ha experimentado divisiones políticas y sociales durante décadas, puede ofrecer un importante mensaje de dignidad, dijo Jorge III, un ejemplo de una Iglesia que persevera en el sufrimiento.

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01 octubre 2025, 15:19