En Colombia, la Universidad Mariana en sintonía con el Pacto Educativo Global
Yamile López - Ciudad del Vaticano
En el sur de Colombia inició para la Congregación de Franciscanas de María Inmaculada su historia como comunidad religiosa y una de sus misiones más importantes, la cual ha trascendido el tiempo y las fronteras de Suramérica. Su apostolado educativo incluye escuelas, colegios y la creación de un proyecto de educación superior que, con 58 años de vida institucional, es una de sus obras más representativas: la Universidad Mariana.
La Hermana Liliana Díaz es su rectora actual, durante su paso por Roma habló con Radio Vaticana - Vatican News sobre cómo a través de esta institución, la congregación ha dado respuesta a las necesidades de formación de los habitantes de este país, pero de manera especial, de las mujeres; una población que siempre fue objeto de atención por parte de la Beata María Caridad Brader, fundadora de la comunidad y quien desde el principio miró las condiciones de marginalidad en las que vivían.
“Esta obra se inicia en un contexto donde también la mujer no tiene muchas oportunidades para salir adelante, donde la mujer es cabeza de hogar, es madre de familia, sin decir con eso que no sean tareas importantes, pero si se buscaban también otras maneras para que la mujer tenga nuevas oportunidades para progresar y se convirtiera en un agente importante para transformar la sociedad”, explica la rectora.
En su trayectoria de casi seis décadas como una de las principales instituciones universitarias en la ciudad de Pasto (Colombia), las Hermanas adelantan su misión con base en la “Pedagogía del Amor”, el enfoque educativo propio de su fundadora para evangelizar y dignificar, desde la espiritualidad franciscana, la alegría y los valores del Evangelio a las mujeres, las poblaciones indígenas y a las comunidades más pobres.
“La Universidad Mariana se mantiene en ese compromiso de dignificar a la mujer, casi el 70% de su población, entre estudiantes y funcionarios son mujeres, mujeres líderes que se han empoderado de su papel dentro de la sociedad, dentro de la universidad”, explica la Hermana Liliana y comenta la importante presencia de sus egresados en el país y en el exterior.
Cohesión con los nuevos desafíos para la educación
Conscientes de que la formación es una misión que transforma vidas, la Hermana señala cómo se han asumido los compromisos propuestos por el Pacto Educativo Global presentado por el Papa Francisco y sobre el que se ha referido el Papa León XIV en diferentes ocasiones, una de ellas el reciente Jubileo del Mundo Educativo: “recordar siempre lo que nos menciona también el Papa, es verdad que la razón es importante, pero si no pasamos por el corazón para transformar en acciones todo lo que podemos enseñar y transmitir no estamos haciendo nada, pero si lo hacemos pasando por el corazón a las acciones del servicio para transformar una sociedad, realmente estamos sembrando semillas del Evangelio”.
Finalmente, la rectora explica que fue bastante valioso participar del IX Congreso de Metafísica, un espacio en el que desde diferentes perspectivas se habló sobre la esencia de la persona desde el ser en todas sus múltiples dimensiones para convertirla en protagonista de los diferentes entornos.
En cohesión con estos temas, la Hermana Liliana resalta como la Universidad Mariana desde hace un tiempo trabaja bajo el lema: “Humanicemos la educación para transformar la sociedad”, un esfuerzo que gracias al compromiso de educandos, educadores y trabajadores, conecta con estos diálogos y reflexiones internacionales, la misión que desarrollan de formar profesionales integrales con pensamiento crítico y un alto compromiso social.
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