Los llamamientos del Papa por la paz mundial: Que callen las armas
Antonella Palermo - Ciudad del Vaticano
Los llamamientos a la paz en el mundo continúan sin cesar por parte de un Pontífice que, aunque obligado a guardar reposo tras una prolongada estancia hospitalaria, no deja de pensar con aprensión en los lugares de guerra, de violencia, de calamidades, de pobreza. Lo hace también en este V Domingo de Cuaresma en el texto del Ángelus preparado y distribuido como en estos últimos domingos. Apareciendo por sorpresa después de la celebración de la Santa Misa por el Jubileo de los enfermos y del mundo de la salud, después de desear un feliz domingo y dar las gracias a todos, confió su mensaje escrito en el que cita las zonas más críticas del mundo.
Paz en Ucrania
En el día en que el gobierno ucraniano declaró hoy un día de luto nacional en honor a las víctimas del ataque ruso del viernes pasado en Krivói Rog, la ciudad natal del presidente Volodímir Zelenski, que dejó 18 muertos, incluidos nueve niños, y 74 heridos, llegaron las palabras del Papa:
Sigamos orando por la paz: en la atormentada Ucrania, golpeada por ataques que causan numerosas víctimas civiles, incluidos muchos niños.
Paz en Oriente Medio
El Papa continúa su mirada sobre toda la región de Oriente Medio:
Y lo mismo está sucediendo en Gaza, donde la gente se ve obligada a vivir en condiciones inimaginables, sin refugio, sin comida, sin agua potable. Que callen las armas y se reanude el diálogo; Hay que liberar a todos los rehenes y ayudar a la población.
África, Myanmar, Haití
El Pontífice no olvida algunos países africanos que viven desde hace tiempo guerras sangrientas: Sudán, Sudán del Sur y la República Democrática del Congo. El pensamiento del Papa se dirige después al Lejano Oriente, devastado por el terremoto de finales de marzo, en particular en la ex Birmania, donde a pesar de los daños causados por el fuerte sismo la violencia continúa. La crisis humanitaria, con 3.470 muertos y un llamamiento de la ONU para que cesen las hostilidades, se agrava día a día y la ayuda tiene dificultades para llegar a las zonas más remotas. En la isla caribeña de Haití, el desmantelamiento de la Fundación Interamericana, junto con el cierre de USAID, preocupa a muchos ya que el país depende en gran medida de la ayuda extranjera.
[...] En Myanmar, también gravemente afectado por el terremoto; y en Haití, donde la violencia está en auge y hace unos días mataron a dos monjas.
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