León XIV: La paz es tomar posición cuando se pisotea la dignidad humana
Benedetta Capelli - Ciudad del Vaticano
Un fuego que, al encenderse, transforma el corazón y la vida, exhorta a «tomar posición», a esperar un cambio, a modificar la realidad transformando «la indignación en comunión y en acción» para convertirse así en operadores de paz como la periodista Dorothy Day. Es el camino que el Papa León, tras dar una vuelta en el papamóvil entre los fieles, traza en la catequesis de la audiencia jubilar de hoy, 22 de noviembre, en la Plaza de San Pedro, Jubileo de los Coros y Corales. El fuego del que habla es el del amor de Dios que Jesús trae a la tierra y que enciende «el fuego del deseo en nuestros corazones». «En cierto modo —explica el Pontífice—, Jesús nos quita la paz, si pensamos en la paz como una calma inerte». Pero esa «no es la paz de Dios».
Unir la mente, el corazón y las manos
El Papa concreta sus palabras señalando a la «pequeña gran mujer americana» Dorothy Day como ejemplo de alguien que «tenía fuego dentro» y que tomó posición como cristiana ante las injusticias de los trabajadores, los migrantes, los «descartados por una economía que mata», comprendiendo que «el modelo de desarrollo de su país no creaba las mismas oportunidades para todos». Nacida en Nueva York en 1897, se convirtió al catolicismo en 1928 y, unos años más tarde, fundó la revista mensual «The Catholic Worker», que dio lugar al nacimiento de muchas casas de acogida.
Dorothy Day, trabajadora por la paz
«Dorothy Day —continúa el Pontífice— involucró a miles de personas», a partir de su experiencia se abrieron casas en muchas ciudades, en muchos barrios: «no grandes centros de servicios, sino puntos de caridad y justicia en los que llamarse por su nombre, conocerse uno a uno y transformar la indignación en comunión y acción».
Una Iglesia, «comunidad con límites humanos», que ha recibido tanto y sigue recibiendo de Jesús, que espera mucho de nosotros, «es un signo de confianza, un signo de amistad». «Espera mucho —dice el Papa— porque nos conoce y sabe que podemos».
Los mártires que enseñan a sembrar la paz
Dirigiéndose a los fieles portugueses, el Papa exhorta a no dejarse arrastrar «por la globalización de la indiferencia, que parece no tener fin en el mundo de hoy» e invita a sacar fuerza de la Palabra de Dios, uniendo «la mente, el corazón y las manos para marcar la diferencia en la sociedad».
En su saludo a los peregrinos polacos, León XIV recuerda que entre su pueblo hay muchos mártires que tomaron partido, como la beata familia Ulma, todos ellos elevados a los honores de los altares, incluido el niño que la madre llevaba en su vientre. Fueron exterminados por haber escondido a ocho judíos durante la Segunda Guerra Mundial.
El Papa también menciona a la joven voluntaria, la Sierva de Dios Helena Kmieć, misionera asesinada en enero de 2017 durante un ataque contra el orfanato en el que trabajaba en Cochabamba, Bolivia.
Santa Cecilia, música y oración
El Pontífice, en sus saludos en italiano, recuerda el Jubileo de los Coros y Corales, agradeciéndoles su «precioso servicio» en sus comunidades.
Gracias por haber leído este artículo. Si desea mantenerse actualizado, suscríbase al boletín pulsando aquí
