Empresarios agroalimentarios de Colombia en el Jubileo
Yamile López - Ciudad del Vaticano
Son muy variados los grupos de peregrinos que llegan hasta la Plaza de San Pedro en el Año Jubilar: familias, comunidades religiosas, comunidades parroquiales o representantes de centros educativos; por mencionar algunos. Entre ellos, un grupo de colombianos, en compañía de un sacerdote, avanzaban por la Via la Conciliazione como parte de una peregrinación organizada por empresarios del nororiental de este país.
“Somos de la central de abastos de Bucaramanga y como grupo de empresarios agroalimentarios, queremos hacer esta bonita experiencia espiritual de sentirnos cerca de la Iglesia y en el corazón de la Iglesia… como sacerdote me alegra mucho acompañar este grupo de empresarios, peregrinos desde Colombia a vivir las gracias jubilares aquí, en la casa madre de los católicos”, explica el padre Gustavo Méndez Paredes, rector de la Universidad Pontificia Bolivariana, una institución de educación superior católica de mucha trayectoria en su país.
Las centrales de abastos son muy importantes en Colombia porque desde allí se distribuyen los alimentos que produce el país hacia las diferentes ciudades. Frutas, hortalizas, café, cacao, azúcar y lácteos, entre otros; hacen parte de los principales productos que llegan hasta estos centros.
Ricardo Arteaga, sub gerente de la Central de Abastos de Bucaramanga, se refirió a cómo en el ámbito empresarial también se vive y se comparte la fe. “Colombia siempre ha sido un país muy creyente, especialmente en nuestro gremio de las plazas de mercado, tú observas en los negocios que cada uno de nuestros comerciantes tiene signos distintivos de su fe, de su fe católica y eso ayuda… a que muchos proyectos de la empresa siempre van acompañados de la bendición de Dios… y así se ha caracterizado la empresa en estos últimos años donde hemos tenido un gran crecimiento”.
Revitalizados con el mensaje del Papa León XIV que en su catequesis del pasado 15 de octubre habló de la Resurrección de Cristo como la fuente viva de la esperanza, fundamento y camino para los cristianos, estos peregrinos sienten la bendición de la experiencia jubilar, no solo en la oportunidad de ver y escuchar al Santo Padre y de estar en la Ciudad del Vaticano, sino en la acogida y el abrazo de una madre como lo es la Iglesia Católica, para regresar a su país con la gracia de un corazón sanado y renovado en la misericordia de Dios.
“Desde aquí decir que nos sentimos revitalizados, pero con el ánimo de la virtud de la esperanza para salir a nuestro país y ser testigos de esa esperanza con nuestra manera de ser, pensar y actuar al estilo de Jesús. Nos llevamos en la mente y el corazón esa sensación amorosa, no solamente de ver de cerca al Papa, sino de experimentar las gracias del Jubileo para ser testimonio de esa experiencia en cada uno de los lugares donde trabajamos”, concluyó el Padre Gustavo Méndez.
