“Invitamos a todas las familias a que tengan fe”
Yamile López - Ciudad del Vaticano
Después de la audiencia general del Papa León XIV de cada miércoles, la vía la Conciliación se colma de miles de fieles que acuden a escuchar al Santo Padre como parte de su peregrinación en el Año Jubilar. Irma Esquivel, acompañada de su esposo y unos familiares, llegó y participó con fe y alegría de este momento porque trae una petición especial que quiso elevar a Dios desde Roma.
“Bendito sea Dios, vimos al Papa pasar en el papamóvil, estamos felices. Yo conocí al Papa Juan Pablo II hace 34 o 35 años que llegó a Mérida, Yucatán, a México… y estamos encantados”, dice mientras sonríe feliz por lo que acaban de vivir.
Llama la atención que las personas que la acompañan sean de diferentes países: Alemania, Italia, México y Colombia; son algunos de los lugares hasta donde su familia ha llegado. Con la alegría de estar reunidos y superar las distancias terrestres, Irma llega con esperanza hasta la Basílica de San Pedro para expresar su mayor anhelo en este momento: “aparte yo vengo a pedirle muchísimo, muchísimo a Dios que nos regale un nietecito más en la familia, estamos encantados con nuestra familia, tenemos un hijo que quiere tener hijos y pidió que recemos muchísimo por él para que tenga un hijo”.
Mientras muchos hogares jóvenes, siguiendo algunas tendencias, no desean tener hijos, Irma emocionada pone toda su esperanza en esta petición familiar, por lo que ofrece a Dios todo el esfuerzo que ha representado esta peregrinación. Con mucha emoción y con la voz entrecortada, comenta el nombre que tendrá su futuro nieto:
“Yo quiero que se llame Emanuel, él se va a llamar Jorge Emanuel porque yo sé que va a tener un hijo mi hijo, y no solo uno, él va a tener descendencia porque yo si tengo fe”.
Como buena mexicana su fe va unida a un amor incondicional por la Virgen de Guadalupe, a quien le rezó mucho para que su otro hijo también fuera padre y afirma que fue la patrona de México, la que le hizo el milagro de que su nuera quedara en embarazo. Hoy Carlitos, su primer nieto ya tiene tres años y es para ellos un sol en sus vidas.
“La esperanza es Dios” dice al despedirse y continuar el camino con su familia. Antes de alejarse invita a todos a orar siempre, seguir en las manos de Dios porque la fe es lo mejor que nos puede suceder como creyentes, concluye.