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Los estudiantes de la Escuela de artes y oficios de la Fábrica de San Pedro junto al cardenal Gambetti Los estudiantes de la Escuela de artes y oficios de la Fábrica de San Pedro junto al cardenal Gambetti 

Gambetti: «Aprovechen al máximo lo que se les donará»

Fue inaugurada la cuarta edición de la Escuela de la Fábrica de San Pedro y de la Fundación Fratelli Tutti. Los veinte alumnos participarán en los próximos meses en un curso de formación con grandes profesores y maestros, para recibir la herencia de una tradición extraordinaria.

Eugenio Murrali - Ciudad del Vaticano

Toda la energía de veinte jóvenes estudiantes que aprenderán las excepcionales técnicas transmitidas para el cuidado de la iglesia más grande del mundo iluminó la ceremonia inaugural de la Escuela de Artes y Oficios. El evento se celebró ayer por la tarde en la Fábrica de San Pedro en el Vaticano, que promueve la Escuela junto con la Fundación Fratelli Tutti. Los alumnos de la nueva edición han sido seleccionados por su entusiasmo, su habilidad y su deseo de aprender. Son trece chicas y siete chicos, algunos menores de veinte años y procedentes de toda Italia, un par de ellos incluso del extranjero, concretamente de Ecuador. Quieren vivir lo que consideran «una experiencia maravillosa» y «mantener viva la llama del arte». Desean hacer realidad un sueño y continuar con la tradición con sus manos y su compromiso. Pero también quieren crecer humanamente, aprender algo sobre sí mismos, sobre su camino, sobre su vida.

Recibir e innovar

El cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano y presidente de la Fábrica, afirmó que el deseo de la Escuela es ofrecer a los estudiantes un don, recibido en herencia, que conformará su camino, compuesto por competencias profesionales, pero también por competencias relacionadas con nuestro ser humano: «No se puede trabajar bien sin pensar bien y sin tener un corazón bien dispuesto». Por lo tanto, la Escuela no solo ofrece una formación técnica, sino también «un encuentro con uno mismo y con la propia dimensión más íntima». Quien recibe un lenguaje, observó el cardenal, se convierte luego en «artífice e innovador de ese lenguaje». Y exhortó a los alumnos: «Aprovechen al máximo lo que se les donará» para hacer crecer la historia en humanidad.

Custodiar el fuego

El director de la Escuela de Artes y Oficios y secretario general de la Fundación Fratelli Tutti, el padre Francesco Occhetta, la describió como nacida de un sueño, pero también como un regalo compartido. Y al dirigirse a los jóvenes, citó al compositor Gustav Mahler: «La tradición es custodiar el fuego, no adorar las cenizas», señalando el sentido vivo del camino de la formación. Además, hizo suya la invitación de Miguel Ángel quien, ante la materia, subrayaba la importancia de sustraer, como se hace con la roca de la que se extrae una escultura: «Esto vale en el arte, pero también en vuestras vidas, para comprender mejor el diseño que le espera a cada uno».

La mirada hacia la belleza

Emilia Rio, directora operativa de La Fabbrica, definió como «una elección valiente pero muy significativa» la decisión de emprender el camino de la Escuela, en una era cada vez más digital y cada vez menos manual. Pero el deseo principal era que los alumnos «aprendieran a mirar hacia la belleza». Assunta di Sante, responsable científica de la Escuela, recordó que esta experiencia formativa «nació de la necesidad de transmitir conocimientos y competencias». La Fábrica ha reabierto un capítulo que siempre le ha pertenecido. En el siglo XVIII existía, de hecho, el Estudio Pontificio de las Artes. Y el estudio, la observación y el trabajo de campo son, siguiendo la tradición, los principios en los que se basa el método formativo.

La Escuela de Arte y Oficios de la Fábrica de San Pedro
La Escuela de Arte y Oficios de la Fábrica de San Pedro

La Escuela de Artes y Oficios de la Fábrica de San Pedro

La teoría y la práctica se sucederán de forma continua a lo largo de las seiscientas horas totales del curso. Además, se está imprimiendo un manual de la Escuela que acompañará a los alumnos: albañiles, estucadores, yeseros, marmolistas, cinceladores, mosaicistas, herreros y carpinteros. En cada especialidad, el taller es el corazón del aprendizaje, donde el conocimiento se transforma en experiencia. Un conocimiento que crece en la relación entre quien enseña y quien aprende y en la precisión del gesto que cada arte requiere. Una comunidad de práctica, en la que el confronto y el intercambio de puntos de vista diferentes y complementarios tiene un valor excepcional. El saber no se quedará solo en la Fábrica, sino que los alumnos lo llevarán también fuera de la Basílica de San Pedro, a cualquier lugar donde tengan la oportunidad de trabajar.

La Escuela de Artes y Oficios recibe el Premio Europa Nostra
La Escuela de Artes y Oficios recibe el Premio Europa Nostra

El Premio Europa Nostra

El pasado 13 de octubre, en Bruselas, la Escuela de Artes y Oficios recibió un prestigioso galardón creado por la Comisión Europea y gestionado por Europa Nostra, representada hoy en la ceremonia por la arquitecta Alessandra Vittorini. Esta última intervino para presentar los Premios Europa Nostra, otorgados a la Escuela en la categoría «Educación, formación y competencias», y al concluir su discurso, centrado en la importancia del intercambio y el diálogo, citó un famoso proverbio: «Si quieres ir rápido, ve solo, pero si quieres llegar lejos, ve acompañado».

 

 

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21 octubre 2025, 13:30