La Santa Sede: proteger y custodiar la creación es responsabilidad de todos

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En la sesión del Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), reunida en Washington el pasado 5 de noviembre, la Santa Sede llamó con fuerza la atención sobre la crisis que atraviesa Haití y sobre la devastación provocada por el huracán Melissa en la región del Caribe. Monseñor Juan Antonio Cruz Serrano, observador permanente de la Santa Sede ante la OEA, intervino en dos momentos distintos de la reunión, dedicados respectivamente a la actualización de la hoja de ruta para el retorno a la estabilidad en Haití y a la adopción de la declaración de solidaridad con los países afectados por el ciclón.

La cercanía al pueblo haitiano

En la primera intervención, relativa a la situación haitiana, el representante vaticano afirmó que la actualización de la hoja de ruta es «un instrumento para poner en el centro de las discusiones la realidad urgente y dramática que vive Haití, con sus dimensiones sociopolíticas y humanitarias, causadas por la inseguridad persistente, la pobreza endémica y la violencia de los grupos armados, sin olvidar los efectos del cambio climático». Monseñor Cruz Serrano recordó luego las palabras del papa León XIV pronunciadas el pasado 16 de octubre ante la FAO, con ocasión del Día Mundial de la Alimentación, cuando el Pontífice hizo referencia a los «rostros hambrientos de tantos que aún sufren, que nos interpelan y nos invitan a revisar nuestros estilos de vida, nuestras prioridades y nuestro modo de habitar el mundo». Por eso, añadió monseñor Serrano, ante la crisis multidimensional que afecta a Haití, la Santa Sede «aprecia los esfuerzos realizados por la Secretaría General de la OEA», en aplicación del mandato conferido por la 55ª Asamblea General. La Santa Sede «reitera su cercanía al pueblo haitiano y confirma su propio apoyo constante a los esfuerzos encaminados a promover la paz y la estabilidad», concluyó el observador.

Ante la amenaza del huracán Melissa

Una misión aún más necesaria ahora, es decir, cuando toda el área caribeña está afrontando el huracán Melissa, al cual monseñor Cruz Serrano dedicó su segunda intervención, expresando «el pésame, la oración y la cercanía espiritual del papa León XIV» a los gobiernos y poblaciones de Jamaica, Haití, República Dominicana, Cuba y Bahamas, afectados por violentas inundaciones que han causado víctimas, desplazados y graves daños a casas, infraestructuras, escuelas y hospitales. El representante de la Santa Sede aseguró que la Iglesia está presente en los territorios afectados a través de sus propias comunidades y organizaciones caritativas, «como Cáritas nacional y Catholic Relief Services», comprometidas en llevar ayuda a quienes lo han perdido todo y en «salir al encuentro de las personas afectadas en estos momentos difíciles e inciertos». La Santa Sede, recordó finalmente Serrano, reitera «el imperativo de custodiar la naturaleza mediante acciones concretas y, sobre todo, decisiones políticas nacionales e internacionales importantes», calificando de «meritorio» el trabajo de los organismos internacionales y regionales, como la OEA, en sensibilizar a los gobiernos y a la sociedad civil sobre el tema. «Custodiar y proteger la creación es responsabilidad de todos», concluyó.